Viajar con nuestra mascota nos trae muchas alegrías y anécdotas, fortaleciendo el vínculo que tenemos con ellos.

¿Vacaciones? ¿Una escapada de fin de semana? ¿Un viaje ida y vuelta? Cualquier excusa es buena para aprovechar nuestro tiempo libre con nuestros engreídos, disfrutar de su compañía y relajarnos un poco al salir de la rutina. Así que, antes de partir asegúrate que el destino o sitio el cual estás eligiendo sea pet friendly. Habitualmente, los establecimientos que aceptan animales suelen estar preparados para ofrecer información de actividades adecuadas para ellos.

Antes de iniciar un viaje es más que recomendable visitar al veterinario para que pueda hacerle un chequeo y de ser necesario tomar las vacunas obligatorias según el destino. No está demás llevar un botiquín con algunos medicamentos básicos como: una solución para limpiar los oídos del perro, una pomada antinflamatoria, un antidiarreico, agua oxigenada, gasas, analgésicos, antiinflamatorios, etc. También es bueno tener a la mano el número del veterinario antes cualquier circunstancia.

Durante el viaje no es recomendable cambiarle la dieta habitual, para no provocar indigestiones o trastornos gastrointestinales, por lo que hay que llevar un pack adecuado con el pienso habitual es una buena opción ante imprevistos. Durante el trayecto es necesaria su hidratación al menos cada dos horas y que coma cuando se haya llegado a destino.

Para que tu engreído no extrañe su hogar, te recomendamos que lleves alguno de sus juguetes favoritos, así será más fácil que esté tranquilo, ya que al enfrentarse a un entorno totalmente nuevo puede que en un inicio lo encuentres tímido o precavido. Lo más recomendable es mostrarle una buena actitud y hacerle ver que no ocurre nada. Tu mascota percibirá eso y en poco tiempo volverá a ser el mismo de antes.