Para saber cómo combatir el sarro, primero hay que conocer qué es el sarro y qué es lo que lo produce. Aquí te brindaremos información adecuada para la buena salud de tu mascota.

 

¿Por qué se produce el sarro en los perros?

El sarro se forma a partir de la placa bacteriana, o mejor dicho, los restos de comida que suelen quedar en los dientes de tu mascota después de comer. Estos restos al endurecerse, comienzan a calcificarse en la superficie de la dentadura de tu mascota y poco a poco va cambiando su color a un tono amarillento o marrón.
Lo primero para combatir el sarro es mediante el cepillado de diente. Sin embargo, de no eliminarse de esta manera, se debe acudir a su veterinario para que se pueda hacer una limpieza dental adecuada.

Consecuencias del sarro

Además de brindar un mal aliento, el sarro puede traer otros problemas más complicado como la pérdida de dientes. El sarro en los diente de tu engreído puede causar infección en sus encías, conllevando a una gingivitis o incluso una periodontonitis. En el caso de la primera, se puede tratar y curar. Sin embargo, en el caso de una periodontonitis no. Es por eso que debemos estar atentos si notas que tu engreído empieza a formar sarro en sus dientes.
Estas infecciones también podrían extenderse a algunos órganos vitales a través del torrente sanguíneo llegando hasta el riñón o corazón de tu mascota.

Entonces ¿Cómo se previene la aparición de sarro?

Como ya se mencionó previamente, el sarro se puede prevenir con una rutina de limpieza diaria. Ésta puede ser muy sencilla y no te tomará mucho tiempo pero podrá prevenir muchas enfermedades.
La rutina consiste en cepillar los diente de tu engreído de manera diaria. Para ello, primero debes encontrar el cepillo adecuado para tu mascota y una pasta dental especial para perros.
Recuerda empezar con paciencia, pues es algo totalmente nuevo para tu mascota.
Los snacks dentales también ayudan. Además de funcionar como un incentivo o premio, cuidan de la salud bucal de tu mascota. Por último, tenemos los juguetes masticables, como cuerdas, pelotas, etc. pero recuerda cambiarlos cada cierto periodo de tiempo porque también suelen acumular bacterias.

Esperamos que esta información haya sido útil para un mejor cuidado de tu mascota.