¿Alguna vez observaste que tu perro se rasca muy seguido?

Lo primero que se nos viene a la cabeza son los parásitos o las pulgas. Sin embargo, existen otras causas que producen estos picores como, por ejemplo, las alergias.

Así es, el principal síntoma de alergias es el picor. La espalda, cola, abdomen y patas son las zonas más propensas a originarse una herida inflamada debido al raspón fuerte, las orejas también pueden verse afectadas ya que se puede inflamar el conducto auditivo externo de los oídos.

Existen muchas causas por las que un perro puede sufrir una alergia, generalmente se refleja a través de la piel.

En la alimentación ocurre cuando algún ingrediente en la comida le causa hipersensibilidad en su sistema inmunitario, usualmente son los subproductos o preservantes de los alimentos procesados. El maíz, trigo, pollo, huevos y derivados de la leche suelen ser los alérgenos más comunes. Los alimentos procesados hipoalergénicos, como Allkjoy, se crearon especialmente para evitar estos casos.

El segundo caso más común se debe a los perros que olfatean algún alérgeno común, como el humo del cigarro o el polen. Por otro lado, las alergias dérmicas se desarrollan cuando los alérgenos entran en contacto con la piel como los collares antipulgas, champús, medicinas o fibras textiles de ropa para perros.

Otras son causadas por la picadura de insectos, la saliva de pulgas o garrapatas, tampoco debemos olvidar el factor genético, hay algunas razas que tienen cierta predisposición a sufrir alergias como el bulldog inglés, schanauzer miniatura, el west Highland White terrier entre otras.

Es importante informarnos con un especialista y aprender a tratar con este problema que es recurrente en nuestro engreídos.