Corrigiendo este comportamiento cuidamos su salud y le damos mejor calidad de vida.

Muchos perros se alimentan de una manera tan rápida que su dueño apostaría sin dudarlo a que es el más rápido en la carrera de glotones. Sin embargo, esto es en realidad un serio problema. Los perros que se comportan de esta manera están caminando al borde del desastre.

Comer rápido no solo hace que no puedan saborear sus alimentos, sino que tragan en lugar de masticar cada bocado y complican la digestión. Algo más preocupante es que incurran en ahogamiento, arcadas y  hasta vómitos en condiciones extremas. Existe una seria condición llamada “Dilatación gástrica” (coloquialmente conocida como embotamiento canino).

El embotamiento canino puede ser el resultado de comer mucho o de comer muy rápido. El estómago se expande debido a los gases que se generan en ese punto y puede resultar en un giro de su abdomen, produciendo mucho dolor. El problema principal es que esta condición puede ser muy peligrosa, ya que un giro en el abdomen puede causar un corte en la circulación de otros órganos incluyendo el corazón.

Los perros pueden entrar a una condición crítica en sólo unas horas. Por este motivo esta situación requiere tratamiento médico inmediato por emergencia, incluso si sospechas de la posibilidad. Recuerda, que tu perro coma muy rápido es potencialmente peligroso.

¿Cómo hacer que tu perro coma más lento?

Aunque parezca una tarea difícil, podemos utilizar distintas estrategias para hacer físicamente imposible comer tan rápido. Un sistema que no permite comer más de un bocado de tamaño regular a tu perro puede ser la solución.

Una de las formas más simples es colocar un contenedor pequeño de cabeza dentro de su contenedor regular de comida. Esto obligará al perro a ir girando alrededor del plato de comida para obtener el alimento. Esto funciona en un ambiente con una sola mascota, de lo contrario fomentará la competencia y el estrés puede terminar en agresión por la comida. Existen platos de comida especiales para este tipo de problemas. Son conocidos como “platos rompecabezas” y poseen distintas formas que obligan al perro a masticar lo que tiene en la boca mientras descubre la manera de seguir extrayendo el alimento.
Esta forma de demorar el consumo de los alimentos para tu perro es muchas veces necesaria. Considera que aunque los platos especiales sean ruidosos, proveen un ejercicio mental. Le dan a tu perro la valorable experiencia de persistencia, manejar su ansiedad y controlar su frustración.